Emely Sosa, la joven que vive por crear ciudadanías libres y pensantes en Cali

Cuando tenía seis años sacaba el tablero al frente de su casa, en el barrio La Gran Colombia de la comuna 11 de Cali, y le daba clases a sus amigos y compañeros. A los 21 no había interrumpido su enseñanza y seguía haciéndolo a excombatientes de las FARC. A mitad de carrera hizo su pasantía de Derecho, y ahora, con 23 años, está por terminar tres profesiones, una de ellas, en La Rochelle Business School de Francia. ¿El motor de estos logros?: servir a la comunidad. Ella es Emely Sosa Correa, joven participante del Laboratorio de Innovación Social Adaptativo, LISA, una iniciativa del Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA.

En febrero de 2021 empezó la aceleradora de liderazgos LISA, en donde 130 jóvenes del país fueron seleccionados para ser formados en tres ejes: ser, territorio, y comunidad. Esto, para contribuir al desarrollo de las regiones a través del fortalecimiento de los proyectos y liderazgos de estos jóvenes. LISA es una iniciativa del Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA, en cooperación con la Consejería Presidencial para la Juventud, Fundación Corona y la Escuela de Administración de Negocios, EAN.

Emely Sosa Correa fue una de las seleccionadas entre las 815 postulaciones de LISA, y lo que destacó fue que el objetivo de su vida es servir a la comunidad, y construir ciudadanías libres y pensantes. Emely es feminista, ambientalista, colaboradora por los Derechos Humanos, y esta es su historia.

Una vida que se forjó en el servir

Soy consciente de que he gozado de algunos privilegios que otros no. Por eso mi sueño ha sido entregar y compartir parte de lo que yo he recibido. Yo estoy para servir”, dice Emely. Ella inició estudios recibiendo clases personalizadas. A los cuatro años ya estaba en el primer curso de primaria, y a los seis, ya era consciente de que estaba destacando, y que sus amigos del barrio La Gran Colombia de la comuna 11 de Cali no tenían tales oportunidades. Por eso, sacaba el tablero al frente de su casa, y en la acera le daba clases a los demás niños.

Cuando Emely tenía ocho años vio una captura policial con un procedimiento ilegal en el que corrieron peligro niños y adultos mayores que no eran parte de la situación. Esa escena no la olvidó nunca y desde entonces tiene un pensamiento crítico y de conciencia de clase, como ella afirma. Gran parte de su adolescencia la pasó entre libros de historia y literatura, y a los 15 años entró a primer semestre de Derecho en la universidad ICESI de Cali. “Desde esa edad quería aportar a espacios de justicia no solo en el ámbito penal, sino también generar espacios de justicia social y comunitaria”.

En el 2015, cuando tenía 18 años, Emely tuvo la oportunidad de hacer un intercambio a Australia. El objetivo era perfeccionar el inglés, y en ese tiempo ella costeó su estancia al trabajar en servicios de limpieza. “Conocí personas que me aportaron positivamente, las escuché y comprendí diversas culturas. Pero eso también me permitió reconocer escenas de acoso y estigmatización, brechas de género que se profundizaban por ser mujer, joven, latina y migrante. Esa experiencia reforzó mi objetivo de trabajar por la gente, y lograr equidad, justicia y una transformación social de base”, dice Emely.

Al volver al país, y con 21 años, Emely fue voluntaria en la fundación Twiggy que trabaja por el empoderamiento de la población LGBTI, ella aportaba con sus conocimientos en Derecho. También dio clases en distintas áreas del saber a excombatientes de las FARC en proceso de reincorporación, para presentar el ICFES e ingreso a la Universidad del Valle, en el preuniversitario La Cartilla.

A mitad de carrera, hizo su pasantía en el despacho de dos magistrados de la Corte Suprema de Justicia en Cali. “Yo analizaba 60 fallos de tutela diariamente para enviarlas a los magistrados y pocos casos eran seleccionados. Comprendí que tenemos un sistema judicial que en muchas ocasiones le falla a la población, hay una flagrante vulneración de derechos fundamentales y eso aumentaba mi objetivo de trabajar por la comunidad”. En 2020, Emely cumplió su sueño de acceder al programa de administración de La Rochelle Business School de Francia, que actualmente se encuentra finalizando. También, ella hace parte de la aceleradora de liderazgos LISA, de USAID y ACDI/VOCA.

E SOY Colombia, por ciudadanías libres y pensantes

El crecimiento individual de Emely se debe también a lo que ha aprendido en su aporte comunitario, porque como ella misma lo dice, “el desarrollo social solo se da si se trabaja de manera mancomunada”. Por eso es que desde marzo de 2021, Ella y otros de sus compañeros crearon la organización E SOY Colombia que busca inspirar y crear ciudadanías libres y pensantes a través del fomento de la educación y el pensamiento crítico, de la protección medioambiental, y del empoderamiento de la conciencia de género.

En educación dan acompañamiento escolar a niños de 6 a 14 años de la comuna 11 de Cali, aunque también han soportado a población de las comunas 13, 15 y 16. Dan apoyo en necesidades académicas inmediatas, pero también hacen procesos diagnósticos para una formación más consciente, fuerte, y crítica. También dan talleres de diversidad de género y cuentan con una iniciativa en las noches, de alfabetización de adultos mayores. Cuentan con tres talleristas especializados, y con un grupo de cinco voluntarios en pedagogía.

Ambientalmente, lo que buscan es preservar la biodiversidad mediante una alimentación consciente y sostenible. Así, crearon el reto Future is now en el cual promueven que los interesados trabajen, desde planes financieros, hasta huertas caseras, para comprometerse en el buen vivir desde el alimento. “Promovemos la salud y la protección medioambiental, y también el tejido social, pues las comunidades y las familias se unen alrededor de los cultivos y de objetivos compartidos”, expresa Emely.

En cuanto a la conciencia de género, además de los talleres de inclusión, soportan los emprendimientos productivos de mujeres y de personas LGBTI, enfocado en personas trans. Aunque no se les da capital económico, se aporta en la formación habilidades blandas como el amor y el empoderamiento propio, el autocuidado, el manejo de emociones y la resiliencia, y también habilidades duras como las finanzas personales y la adecuada contabilidad para sus proyectos.

Uno de los objetivos de Emely y de E SOY Colombia, es la creación de una aplicación que conecten a los productores urbanos y agroecológicos de las huertas comunitarias, con los consumidores, para empoderar el mercado local y fomentar el consumo saludable y responsable con el medio ambiente. Esta aplicación ya tiene nombre, AgroHuba, y en este momento está en proceso de construcción, en el marco de la aceleradora de liderazgos LISA, de USAID y de ACDI/VOCA.

Una nueva experiencia en LISA, aceleradora de liderazgos

Lo que más me gusta de LISA, es que aparte de toda la formación que nos dan sobre el ser, la comunidad y el territorio, nos brindan apoyo personalizado en nuestros proyectos”, comenta Emely. En su caso, tiene a su lado a la mentora Bibiana Quintero, especializada en contenidos digitales y construcción de aplicaciones, que le ha permitido a Emely fortalecer su proyecto AgroHuba. De esta forma, se ha constituido su viabilidad financiera, administrativa, legal, y comercial. “Quiero crear lazos de mercado para los cultivadores agroecológicos locales y así aportar al desarrollo de la comunidad, mientras se fomenta la alimentación saludable y el cuidado medioambiental. Con LISA lo estoy logrando”.

El Laboratorio de Innovación Social Adaptativo, LISA, de USAID y ACDI/VOCA, le da formación a Emely y a los otros 129 jóvenes seleccionados en cuatro aspectos: formación, técnicas y competencias para la vida; Empoderamiento, brindar apoyo psicosocial y gestación del liderazgo propio; acompañamiento, presencia continua de mentores que fortalecen sus proyectos; y contactos, que les brindan una red de personas aptas para el cumplimiento de sus objetivos.

Para Emely también ha sido fundamental el apoyo psicológico que LISA le brinda. En su caso, la acompaña la profesional Rebeca Calderón. “Para mí ha sido muy importante este proceso porque me ha permitido consolidar mi propósito de vida, fortalecer herramientas metodológicas encaminadas al servicio de la comunidad con capacidad de resiliencia, amor propio, paz y perdón como bases para esta construcción colectiva”.

Emely Sosa Correa espera continuar trabajando y desarrollando su proyecto a partir de la formación en LISA así como también, espera ser una lideresa que sea fiel a su objetivo: servir a la comunidad.

Con el Laboratorio de Innovación Social Adaptativo, LISA, se contribuye a la reconciliación, por medio de la alineación de los proyectos en los municipios y el desarrollo de capacidades para contribuir a la solución de las problemáticas existentes. Estos enlaces juveniles tendrán las capacidades necesarias para fomentar el empoderamiento social y económico, además de la generación de redes de contacto llevando a la promoción de acciones de concientización y movilización que contribuyan a la seguridad y a la convivencia de los territorios; de esta manera se logre la generación de acciones de transformación social y personal.

Sobre el Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA

Es una iniciativa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ACDI/VOCA que promueve alianzas transformadoras para generar acciones de movilización e integración económica, social y cultural en 24 municipios y ciudades con mayor presencia de población migrante venezolana, y de gran importancia para la reconciliación. Además, buscan resaltar la importancia de la memoria e identidad como herramienta de transformación y crear agentes de cambio inspirados en cuatro pilares: Confianza, Respeto, Empoderamiento y Diálogo.