
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, lanzó la campaña #ColombiaSinFronteras Somos Nosotros; una iniciativa que nace con el fin de derrumbar los mitos en torno a la población migrante y explicar a los colombianos la verdad en cuanto a esas temáticas que, de manera equivocada, han promovido actitudes hostiles en contra de ellos.
Como consecuencia de la migración venezolana hacia diferentes países del mundo, Colombia cuenta hoy entre su población con cerca de dos millones de migrantes provenientes de ese país. Este fenómeno ha generado diferentes reacciones, algunas de ellas negativas, y se han creado estereotipos falsos acerca del impacto causado por la llegada de los migrantes.
Afirmaciones como que Los venezolanos nos están invadiendo, son parte del imaginario popular y se han afianzado debido a que la percepción de migrantes en varias ciudades es mayor a la real. Pero la verdad es que ellos solo representan el 4% del total de la población colombiana, y los extranjeros de otros países son el 0.3%.
En cuanto al aumento de la criminalidad en Colombia, también se piensa que Los venezolanos son culpables de la inseguridad y que en las cárceles no cabe uno más. Pero nada más equivocado que esa afirmación. De hecho, según un análisis del Migration Policy Institute of Brookings, realizado el año pasado, solo el 1.1% de la población privada de la libertad en el país proviene de Venezuela. Además, no hay evidencia académica ni estadística que demuestre la relación entre la falta de seguridad y la población venezolana. El crimen, como acto fuera de la ley, debe condenarse sin importar quiénes lo cometen; y señalar a los migrantes como únicos responsables solo genera más rechazo y xenofobia. Así que en #ColombiaSinFronteras Somos Nosotros la invitación es a no estigmatizar y a corroborar lo que oímos en las calles y de nuestros conocidos antes de propagarlo.
Y para quienes creen que La migración es un fenómeno temporal que pronto pasará, la realidad en cuanto a esta percepción, según el Proyecto Migración, es que el 81% de los venezolanos que viven en este país consideran a Colombia como su segundo hogar. Por eso, al llegar buscan la manera de quedarse, formar una familia, prosperar económicamente y echar raíces. Teniendo en cuenta esta certeza, la campaña de #ColombiaSinFronteras Somos Nosotros quiere rescatar los conceptos de integración, acogida y empatía para descubrir las características que unen a Colombia y Venezuela, así como aprovechar esa diversidad que nos proporciona la migración.
Decir que Los venezolanos no le aportan nada al país es como negar los casos de éxito de empresarios migrantes que traen su capital para enriquecer la economía nacional y dar oportunidades, o desestimar a las miles de personas llegadas de ese país que se vinculan a compañías colombianas y ofrecen a diario su trabajo honesto y conocimientos. De igual forma, los venezolanos que se emplean en Colombia llegan con su talento, cultura, profesionalismo, y contribuyen a la economía porque pagan impuestos y consumen bienes como cualquier colombiano.
Es un hecho que para hacer crecer al país es necesaria la colaboración de los unos a los otros, sin importar la nacionalidad. Por eso, la idea de que Los venezolanos tienen saturado el sistema de salud y no aportan también es un mito. Y lo es porque todas las personas radicadas en el país deben pagar su cuota mensual al sistema de salud, y más si están vinculados a una empresa o desarrollan emprendimientos personales. De esa forma se mejoran los servicios de atención y todos salen beneficiados. Es más, con la promoción del Estatuto Temporal para la Protección de Migrantes Venezolanos (ETPV), el Estado busca regularizar a los migrantes que aún no lo están, justamente para que ellos también se vinculen de manera formal al sistema colombiano y hagan sus aportes como todos los demás.
En conclusión, esta campaña de USAID y de #ColombiaSinFronteras Somos Nosotros es un llamado a que pensemos en todo aquello que nos une como pueblos hermanos que somos. También una invitación a trabajar de la mano para construir y no para destruir, una oportunidad de encontrar en la población migrante todo aquello positivo que nos falta como país y que ellos pueden aportarnos. La integración y la inclusión siempre serán el camino por encima del rechazo, la discriminación y la xenofobia. En nuestras manos está difundirlo y hacerlo posible.